En el muro de mi insertidumbre se clavan como flechas de cristal, un millón de frases indirectas... como grafitis de bandidos se dibujan en el fortín de mi castillo de hielo, la letra de viejas canciones, que sin intenciones a la vista, clavan mi alma desesperadamente enamorada de tu sonrisa...
Indirectas que recorren caminos opuestos, pero ambos senderos conducen hacia el mismo destino: mi corazón ilusionado que cree que esas palabras vagabundas están dirigidas a él... Sé que es absurdo, pero no puedo prohibirle que sueñe, si es que de esos sueños se alimentan los latidos de los que vive...
Esas indirectas que van directo a mi alma, me están matando poco a poco... porque aunque yo no sea la dueña de esas expresiones, soy la única dueña de unos celos malditos que calcinan mis esperanzas de tenerte algún día... Y en silencio me pregunto: ¿Quién será esa mujer que lo ha enamorado así?, una lágrima cae lentamente, leyendo los versos de esas baladas, algunas dicen cuánto la extrañas, otras expresan la manera ilógica en que se adueñó de ti, en la que dices que quisieras acelerar el tiempo para volver a perderte en sus ojos... pero quien es ella, quien es esa mujer que me ha robado tu amor? o mejor dicho... quien es la dichosa dama que tiene la bendición de tener tu atención?
Para quién serán esas indirectas que se clavan en mi propio castillo? Si no soy yo la dueña de esas palabras, de esas letras, de esas frases... Qué hacen cercando mi vida, amenazando mis pensamientos, condenando mis recuerdos, ilusionando de una forma realmente vil a este pobre amor iluso que cree en su inocencia que esas expresiones que no son directamente dirigidas a mi, en realidad están queriéndome decir lo mucho que me amas... Yo no ya no quiero jugar a las indirectas, aunque en realidad lo haga, sin decirte que las frases que yo escribo, sin un destinatario, están definitivamente dirigidas al único amor de mi vida: Tú...
Indirectas que recorren caminos opuestos, pero ambos senderos conducen hacia el mismo destino: mi corazón ilusionado que cree que esas palabras vagabundas están dirigidas a él... Sé que es absurdo, pero no puedo prohibirle que sueñe, si es que de esos sueños se alimentan los latidos de los que vive...
Esas indirectas que van directo a mi alma, me están matando poco a poco... porque aunque yo no sea la dueña de esas expresiones, soy la única dueña de unos celos malditos que calcinan mis esperanzas de tenerte algún día... Y en silencio me pregunto: ¿Quién será esa mujer que lo ha enamorado así?, una lágrima cae lentamente, leyendo los versos de esas baladas, algunas dicen cuánto la extrañas, otras expresan la manera ilógica en que se adueñó de ti, en la que dices que quisieras acelerar el tiempo para volver a perderte en sus ojos... pero quien es ella, quien es esa mujer que me ha robado tu amor? o mejor dicho... quien es la dichosa dama que tiene la bendición de tener tu atención?
Para quién serán esas indirectas que se clavan en mi propio castillo? Si no soy yo la dueña de esas palabras, de esas letras, de esas frases... Qué hacen cercando mi vida, amenazando mis pensamientos, condenando mis recuerdos, ilusionando de una forma realmente vil a este pobre amor iluso que cree en su inocencia que esas expresiones que no son directamente dirigidas a mi, en realidad están queriéndome decir lo mucho que me amas... Yo no ya no quiero jugar a las indirectas, aunque en realidad lo haga, sin decirte que las frases que yo escribo, sin un destinatario, están definitivamente dirigidas al único amor de mi vida: Tú...
¡QUÉ GRAN POEMA!
ResponderBorrarFELICIDADES
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