Atravieso a nado, en un barquito de papel de seda, remando con una pluma sin tinta, un océano de distancias peligrosas, que amenazan con consumirme entera, dejando ver entre las aguas turbulentas la aleta amenazante del tiburón de la vacilación, que rodea este bote de periódico que se tiñe del negro espeso de este océano de tinta...
Tengo miedo, no te lo voy a negar... Tengo mucho miedo de que no sea mi amistad como tú esperas, me asalta el terror de fallarte vilmente, de no ser quien tú crees que soy, y acabar decepcionándote... Aún así, me aventuro a la hazaña de incursionar tu mundo repleto de misterios que anhelo conocer, sentimientos que deambulan vehementes por cada rincón de tu alma de cristal, ávidos de expresarse, y recorrer el universo, descubriendo nuevos horizontes para toparse con espejos que los reflejen con tanta transparencia...
Ahora me encuentro perdida en el océano, rodeada de nada... ante mis ojos no aparecen ni las islas de tu mirada, o de tu sonrisa, lo cual provoca que el pavor de no agradarte en absoluto y perder esta prematura amistad recorra mis venas, congelando mi sangre que desde hace un tiempo ha dejado de circular por mi cuerpo de hielo.
Con el corazón detenido en un suspiro, dejo que el desasociego me acaricie sutilmente, jugando con mis ansias de refugiarme entre tus brazos para asegurarme que nada de esto ha sucedido, que no fue más que una pesadilla y al fin pude despertarme con la certeza de que la amistad que nos une es firme, sincera, pura, no sé si infinita pero sí que no tiene un final previsto...
Cruzo a nado un océano de tinta, repleto barcos piratas, cuyos tripulantes son inquietudes y tormentos que me asaltan de manera repentina; aún así, respiro profundo, alimento mi pecho del débil coraje y mi mente se desborda de pensamientos tiernos, de tu imágen dulce, de ese cariño que me impulsó a zarpar sin más, viéndome hoy en este océano de tinta, en un barquito de papel de seda, remando con una pluma sin tinta... Sabes por qué? porque te quiero, porque eres mi amigo, y realmente espero poder llegar a esa isla misteriosa que es tu propio ser...
Tengo miedo, no te lo voy a negar... Tengo mucho miedo de que no sea mi amistad como tú esperas, me asalta el terror de fallarte vilmente, de no ser quien tú crees que soy, y acabar decepcionándote... Aún así, me aventuro a la hazaña de incursionar tu mundo repleto de misterios que anhelo conocer, sentimientos que deambulan vehementes por cada rincón de tu alma de cristal, ávidos de expresarse, y recorrer el universo, descubriendo nuevos horizontes para toparse con espejos que los reflejen con tanta transparencia...
Ahora me encuentro perdida en el océano, rodeada de nada... ante mis ojos no aparecen ni las islas de tu mirada, o de tu sonrisa, lo cual provoca que el pavor de no agradarte en absoluto y perder esta prematura amistad recorra mis venas, congelando mi sangre que desde hace un tiempo ha dejado de circular por mi cuerpo de hielo.
Con el corazón detenido en un suspiro, dejo que el desasociego me acaricie sutilmente, jugando con mis ansias de refugiarme entre tus brazos para asegurarme que nada de esto ha sucedido, que no fue más que una pesadilla y al fin pude despertarme con la certeza de que la amistad que nos une es firme, sincera, pura, no sé si infinita pero sí que no tiene un final previsto...
Cruzo a nado un océano de tinta, repleto barcos piratas, cuyos tripulantes son inquietudes y tormentos que me asaltan de manera repentina; aún así, respiro profundo, alimento mi pecho del débil coraje y mi mente se desborda de pensamientos tiernos, de tu imágen dulce, de ese cariño que me impulsó a zarpar sin más, viéndome hoy en este océano de tinta, en un barquito de papel de seda, remando con una pluma sin tinta... Sabes por qué? porque te quiero, porque eres mi amigo, y realmente espero poder llegar a esa isla misteriosa que es tu propio ser...
¿cómo podría no gustarme? muy probablemente es lo más bonito que alguien podría decirte...
ResponderBorrarSiento haber entrado como un torrente en tu vida y haberla revolucionado de tal manera, pero tengo el defecto de ser confiado y cariñoso desde el primer momento...
Espero no decepcionarte si algún día me permito equivocarme, pero desde aquí te digo que eres un placer del que dudo llegara a cansarme....