

No me pidas que mis ojos contengan la tristeza, cuando vean cómo tu cuerpo se pierde en la distancia... No me digas que no debo sollozar en mi silencio cuando mi razón comprenda que el aire ya no se perfumará con tu exquisita fragancia... No me impidas que sufra, cuando sé que te irás... No me supliques que no te ame, cuando sabes que por ti, estoy dispuesta a todo, que no me importa nada, ni tan siquiera soportar tu ausencia, ni el frío que dejas en este espacio vacío, ni mucho menos tu tan insólita indiferencia repentina.
Contra vientos y mareas te voy a amar...aunque me desprecies hasta que la muerte te venga a buscar... Contra vientos y mareas defenderé mi derecho de recordar ese momento crucial, en el que Dios me regale la bendición de fundirme en tus brazos para derretir esta estaca de hielo con el calor de tu cuerpo... Contra vientos y mareas, y contra quien sea lucharé si de amarte se trata, pues como yo no hay otra que dé su vida a cambio de una sonrisa de tus labios, aún sabiendo que no eres para mí, no importa...
Sé que tú nunca vendrás a mí, que ya no regresarás a buscar el destino que dejaste abandonado en mis ojos la misma noche en la que partiste soltándome la mano, abandonándome a la deriva; sin embargo me queda la paz de esas palabras, me queda al menos la pureza de mi alma que purificó todos sus pecados en el llanto desesperado que provocó el dolor de desprenderse de mi cuerpo para irse amarrada a tu recuerdo. Contra vientos y mareas, enfrentaré al mundo entero si es necesario para demostrarte cuánto te quiero, para acallar la voz de esta distanicia envidiosa que me aparta de ti, repitiéndome una y otra vez que no tengo el valor de mantener viva la llama de este amor enfermo, que agoniza suspirando tu nombre en sus últimas horas de vida, sintiendo cómo renace desde el fondo de un corazón valiente que está dispuesto a todo por vencer esta maldita suerte egoísta, que con tal de tenerte es capaz de hacerme desangrar con esta herida punzante causada por el amor imposible que siento por ti, mi príncipe de humo que te esfumas al amanecer, escapando por la ventana del olvido como un fugitivo de la soledad, dejando en mi boca un beso de cristal...
Contra vientos y mareas, contra volcanes y huracanes... qué importa lo que venga? venceré por encima de todo, de la mano del orgullo, no me rendiré hasta lograr que me mires a los ojos y compruebes por ti mismo que aunque no me quieras, yo te amaré igual porque me he enamorado ciegamente, al punto tal de sentirme lo suficientemente fuerte como para avasallar contra vientos y mareas, hasta llegar a tu corazón...
Espera un momento, no te vayas aún, que la distancia y el tiempo están entretenidos en su juego de poker y no se percatarán que nosotros dos nos hemos fugado de esa prisión en la que nos conocimos, siendo dos esclavos de la princesa incertidumbre... No sé de dónde vienes, ni quien eres... sólo sé que no quiero que te vayas, no sé si eres un sueño o formas parte de esa pálida pero hermosa realidad tan oculta entre la oscuridad del misterioso presente, contaminado por el aliento de la maldad...
Espera un momento, que aún el crucero de papel no ha abandonado el puerto de los sueños rotos... tienes toda la eternidad para quedarte a mi lado y salvarme de las garras de la soledad... Sé que no soy una princesa cautiva, prisionera en una torre embrujada, ni tú eres el principe que luchará contra el dragón guardián sólo para rescatarme, pero al menos permíteme demostrarte que no te arrepentirás nunca de haberme obsequiado tu amistad, ese tesoro tan presiado del que no renegaré, aunque a veces me duela el alma herida por un error cometido en el preciso instante en que nuestras miradas se cruzaron; una duda amarga forma un nudo en mi garganta silenciosa que no se atreve a dejar pasar las palabras del corazón que grita desesperado lo que siente, mas mis labios le ordenan que guarde silencio por su bien, pues mi razón sabe perfectamente que si te dice TE AMO, tú nunca más volverás a mirar estos ojos cansados de sollozar en la oscilante penumbra de la noche, convirtiendo mi habitación en una laguna de penas, secretos y verdades en la que me sumerjo cada madrugada, permitiendo que las sirenas de la isla de la locura jueguen libremente, cantando una dulce canción, que de tu voz ha nacido enamorando ciegamente las rosas marchitas de mi jardín congelado, ilusionando vanamente una ilusión vagabunda que deambulaba por los bosques de tristeza, buscando en algun lugar tu sombra que parece entretenerse jugando a las escondidas entre los rincones vacíos de mi alma de hielo...
Te amo, y no puedo hacer nada para evitarlo, eres lo más hermoso que ha visto este mundo desde el preciso instante en que llegaste a esta tierra con el único propósito de ofrecerme tu amistad con esa sonrisa bella, obteniendo a cambio mi absurdo amor que no hace más que quererte en secreto por miedo a que tu silencio sea eterno...