No soy princesa, ni tampoco mendiga...
No soy hechicera y menos hada madrina...
No vivo en un palacio de diamantes y cristal...
Aunque tampoco es una choza de hielo y metal...
Mi alma no es de acero, pero tampoco es frágil...
Ni mucho menos mi corazón es de yeso, ni de mártir...
Y esa luna que ves en mi pálido cielo...
No es de queso, ni de polvo, ni de hielo...
Esas rosas marchitas que adornan mi jardín...
No son gotas de sangre de un herido querubín...
Nada de lo que ves, lo ves en realidad...
Todo es una ilusión, nada es verdad...
Como tampoco lo es ese absurdo amor que dijiste sentir...
Y no me digas que a mí no me has de mentir...
Conozco tan bien tu mirada como conozco este laberinto...
Sé que no actúas con la razón, pero tampoco lo haces por instinto...
También sé que en tu universo de melodías...
Se pierden tu desánimo y tu melancolía...
Que con unas cuantas estrellas de cartón...
Escribes la letra de una vieja canción...
Tu voz le da la música, y tu sonrisa la vida...
¿Pero a mí quién me devuelve lo que perdí con tu partida?
Esos sueños que se hicieron trizas en la distancia...
Esos anhelos que alimentaban mis ansias...
La verdad es mentirosa, pero la mentira es sincera...
Si te digo que te odio, te digo que te amo de todas maneras...
En el mundo del revés, nada es real, todo es cierto...
Todo lo que ves que está vivo, está muerto...
Especialmente este amor eterno que siento por ti...
Un amor que aún muere en mí...
Sólo queda el recuerdo de lo que un día no pudo ser...
Sólo queda el olvido de lo mucho que te pude querer...
A quien quiero engañar? Si, soy una poeta de hielo enamorada...
Lo acepto, te amo y no puedo hacer nada...
Ya te olvidé hace mucho tiempo, te lo aseguro...
Recuerda que nada de lo que es... es real, te lo juro...
Sólo un amor sincero que por ti, hoy agoniza...
Un amor verdadero, que sólo vive por tu sonrisa...
La única verdad mentirosa, es que no te quiero...
La mentira verdadera... Es que sin ti, yo me muero...
Eso es un delito, aunque esté escrito en un decreto?
Bueno, lo guardaré en silencio... aunque ya no sea un secreto...
No soy hechicera y menos hada madrina...
No vivo en un palacio de diamantes y cristal...
Aunque tampoco es una choza de hielo y metal...
Mi alma no es de acero, pero tampoco es frágil...
Ni mucho menos mi corazón es de yeso, ni de mártir...
Y esa luna que ves en mi pálido cielo...
No es de queso, ni de polvo, ni de hielo...
Esas rosas marchitas que adornan mi jardín...
No son gotas de sangre de un herido querubín...
Nada de lo que ves, lo ves en realidad...
Todo es una ilusión, nada es verdad...
Como tampoco lo es ese absurdo amor que dijiste sentir...
Y no me digas que a mí no me has de mentir...
Conozco tan bien tu mirada como conozco este laberinto...
Sé que no actúas con la razón, pero tampoco lo haces por instinto...
También sé que en tu universo de melodías...
Se pierden tu desánimo y tu melancolía...
Que con unas cuantas estrellas de cartón...
Escribes la letra de una vieja canción...
Tu voz le da la música, y tu sonrisa la vida...
¿Pero a mí quién me devuelve lo que perdí con tu partida?
Esos sueños que se hicieron trizas en la distancia...
Esos anhelos que alimentaban mis ansias...
La verdad es mentirosa, pero la mentira es sincera...
Si te digo que te odio, te digo que te amo de todas maneras...
En el mundo del revés, nada es real, todo es cierto...
Todo lo que ves que está vivo, está muerto...
Especialmente este amor eterno que siento por ti...
Un amor que aún muere en mí...
Sólo queda el recuerdo de lo que un día no pudo ser...
Sólo queda el olvido de lo mucho que te pude querer...
A quien quiero engañar? Si, soy una poeta de hielo enamorada...
Lo acepto, te amo y no puedo hacer nada...
Ya te olvidé hace mucho tiempo, te lo aseguro...
Recuerda que nada de lo que es... es real, te lo juro...
Sólo un amor sincero que por ti, hoy agoniza...
Un amor verdadero, que sólo vive por tu sonrisa...
La única verdad mentirosa, es que no te quiero...
La mentira verdadera... Es que sin ti, yo me muero...
Eso es un delito, aunque esté escrito en un decreto?
Bueno, lo guardaré en silencio... aunque ya no sea un secreto...
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