El encuentro tan esperado se está acercando; y sé que cuando mis labios pronuncien otra vez tu nombre y mis ojos vuelvan a perderse en tu mirada, sé que cuando eso ocurra, ya nada será igual.... Tengo miedo de lo que pueda suceder, tengo mucho temor de volver a sentir tu rechazo en carne propia una vez más... Yo te amo, y de eso no tengo duda, aunque a decir verdad ya no sé si en realidad estoy enamorada de una mentira, porque a medida que los días fueron pasando, tú fuiste cambiando, o tal vez sea yo la que se quitó la venda de los ojos y comprendió que ese hombre dulce, romántico, comprensivo, príncipe de los cuetos de hadas, no era más que una ilusión que mi pobre alma desesperada por conseguir tu mirada inventó, haciéndome creer que me querías, mas temías decírmelo por el ridículo qué dirán... como si los zombis de la envidia tuvieran voz...
Aún así... aunque tengo mucho miedo de ese encuentro, el tiempo no es un buen amigo, no sabe comprenderme, y sigue avanzando, y parece que no quiere detenerse, por el contrario apresura su paso para hacerme sentir la adrenalina de la insertudumbre, para impulsar a mi mente a que imagine mil cosas diferentes, y teja entre suspiros historias distintas, algunas con un final feliz, otras con un final realmente drástico para mí... Parece que al tiempo le entretiene verme sufrir, esperando a que llegue el preciso instante crucial en mi vida en el que descubriré si eres importante para mí, aún... o ya te has convertido en una parte de mi corazón, en un latido más que se esfuma cada segundo, un sueño eterno que se desvanece al despertar... o sigues siendo ese lucero que ilumina mi sendero y que siempre va a brillar... De una forma u otra... descubriré si aún te quiero, o ya perdí contra el sentimiento que nace en tu sonrisa... sabré si te amo o si no pude dejar de amarte...
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