De repente, me detengo en mi vida a pensar en el pasado...
Y me pregunto si nuestra historia es una novela de amor...
Pero luego comprendo que no... no es una novela, es real...
Esta locura que a veces me enloquece, este eterno dolor...
Sonrío recordando el día en que te vi por vez primera...
Ese instante en que me enamoré de tu mirada, de tu sonrisa...
Aquella tarde en la que te entregué mi vida entera...
Cuando tu respiración acariciaba suavemente la brisa..
Sin darme cuenta, dejé de vivir para mi, para vivir por ti.
De un día para el otro, desequilibras mi existencia...
No me preguntes por qué razón te amo así...
Ni por qué siento que tú juegas con mi poca paciencia...
No sé si estás con otra o aún buscas a esa mujer ideal...
Sólo sé lo que me estoy muriendo de rabia en silencio...
Pensando en la dueña de esas palabras bonitas...
Se me congela el alma al sentir el cencio...
Este helado viento que me escarcha las esperanzas...
Las pocas que quedan vivas, creyendo en lo inaudito...
Esta ráfaga de suspiros prófugos de tu razón...
Que dan vida a estos celos malditos.
Una desesperación que me condena a quedarme aquí...
En la distancia oscura y penetrante que me aparta de ti.
De repente, me detengo en mi vida a pensar en el pasado...
Y me pregunto si nuestra historia es una novela de amor...
Pero luego comprendo que no... no es una novela, es real...
Esta locura que a veces me enloquece, este eterno dolor...
Y me pregunto si nuestra historia es una novela de amor...
Pero luego comprendo que no... no es una novela, es real...
Esta locura que a veces me enloquece, este eterno dolor...
Sonrío recordando el día en que te vi por vez primera...
Ese instante en que me enamoré de tu mirada, de tu sonrisa...
Aquella tarde en la que te entregué mi vida entera...
Cuando tu respiración acariciaba suavemente la brisa..
Sin darme cuenta, dejé de vivir para mi, para vivir por ti.
De un día para el otro, desequilibras mi existencia...
No me preguntes por qué razón te amo así...
Ni por qué siento que tú juegas con mi poca paciencia...
No sé si estás con otra o aún buscas a esa mujer ideal...
Sólo sé lo que me estoy muriendo de rabia en silencio...
Pensando en la dueña de esas palabras bonitas...
Se me congela el alma al sentir el cencio...
Este helado viento que me escarcha las esperanzas...
Las pocas que quedan vivas, creyendo en lo inaudito...
Esta ráfaga de suspiros prófugos de tu razón...
Que dan vida a estos celos malditos.
Una desesperación que me condena a quedarme aquí...
En la distancia oscura y penetrante que me aparta de ti.
De repente, me detengo en mi vida a pensar en el pasado...
Y me pregunto si nuestra historia es una novela de amor...
Pero luego comprendo que no... no es una novela, es real...
Esta locura que a veces me enloquece, este eterno dolor...
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