Jugando con las letras... el recuerdo de tu mirada dibuja tu nombre con ellas, recordándome que te quiero, y me da miedo que este cariño termine en mal camino... No quisiera que me mal interpretes, aún así no puedo decirte que te quiero sólo como amigo, porque me temo que es algo más, pues el corazón se acelera cuando hablo contigo, el alma se desvanece en tu sonrisa, y siento que el cielo es mi pergamino, mientras el mar mi tintero... es por eso que con las gotitas agua salada me dedico a escribirte millones de cartas donde te confieso cuánto te quiero...
Sé que sólo me ves como tu amiga, como el espejo que refleja tu lado oscuro, y en ocaciones también tus temores, como la guardiana de tus sueños, mas nunca como lo que realmente soy: una mujer enamorada de tus palabras, de la dulzura de tu ser, de la ternura con la que me tratas, de la belleza de tu alma... Y te extraño tanto cada vez que no puedo perderme en tus ojos, y me duele tanto toparme con la cruel verdad de que nunca dejaré de ser simplemente tu amiga, y nada más que eso... Ay Dios! Cómo se nota que ella no sabe cuánto vales, pues si tan siquiera se diera cuenta lo mucho que significas en mi vida y lo importante que eres te aseguro que correría a tus brazos y sería capaz de cualquier cosa por ganarte, aunque de eso tú ya te encargaste en el preciso instante en que la viste.
No voy a mentirte, pues la verdad es que pienso mucho en ti, las veinticuatro horas del día los treinta días del mes, los doce meses del año, y los años que llevo de vida y los que me quedan también, es que una mirada tan bella, una sonrisa tan dulce, una persona tan especial no es fácil de olvidar, y mucho menos cuando se trata de un hombre seductor que acabó por enamorarme tan ciegamente que no vi la relación que nos separaba, ese muro de cristal que congelaba una cierta distancia entre nosotros, prohibiéndome gritarte a los cuatro vientos que te amo, que pienso en ti todo el día, que no puedo seguir siendo tu amiga, si vas a vivir respirando por ella, no podré continuar con esta maldita agonía que me está matando lentamente y de un sólo golpe... Pienso en ti y no puedo evitarlo, te amo y aunque quisiera no hacerlo, es algo que ya no puedo controlar... Te amo y pienso en ti, perdóname por haberte fallado, perdóname por haberme enamorado, perdóname por decirte lo que siento, pero es que si no te lo grito moriré por dentro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario