Un copo de nieve empalidece la pureza de mi pergamino... Pero no es el único, pues los siguen tantos otros que entre líneas de una carta van dibujando tu nombre de cristal... Un frío deseo fugitivo de mi alma se escapa para traer tu recuerdo en una carroza adornada de pensamientos... Creyendo que la soledad es mi amiga, le confieso mis secretos, y entre ellos le cuento cuánto anhelo ser tu niña, esa por la que tanto suspiras y cantas canciones de amor, esa por la que te gana el insomnio en una noche de melancolía, tu niña, esa que representa el todo y la nada para ti... TU NIÑA.
Y aquí, sentada conversando con el silencio, tomando un té de lágrimas de ángel... me pregunto: "Por qué el fuego de tu mirada tuvo que descongelarme?"... Yo era tan feliz antes de tu llegada! Tenía el corazón marchito y el alma helada... Mas cuando tus ojos se clavaron en mí, sentí que algo extraño me estaba pasando... La sangre de mis venas comenzó a fluír como un manantial, mientras el perfume de tu cuerpo me envolvía, quedándose impregnado en mi piel...
Palabra tras palabra me ibas seduciendo, aunque mi intento de escaparme de tu dulzura era seguro, falló; y para serte sincera... gracias a Dios!!! Pues si no ahora no estaría deseando ser tu niña...
"TU NIÑA" repito entre suspiros dibujando un TE AMO en un océano de tinta... "TU NIÑA" digo mientras busco en el silencio la constelación de estrellas que se esconde en tu sonrisa... "TU NIÑA" le digo a la sombra que se dibuja entre los espacios vacíos de mi castillo y yo...
TU NIÑA... TU NIÑA...
Sólo eso quiero ser... tu niña...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario