Como la pluma que juega en el bode filoso de la hoja, o el pincel que danza en la orilla del pergamino... Así va caminando tu alma por el filo del desquicio... El viento corre en varias direcciones a gran velocidad, empujándote al abismo, pero parece que tus pies se han hecho raíz en el piso de la incertidumbre y dudas en dejarte llevar por un impulso o regresar al campo de batalla y terminar lo que una vez comenzó sin que te dieras cuenta...
Al verte quisiera poder dibujar un sol de oro en tu cielo de terciopelo para borrar por siempre esas nubes de humo que te ahogan en la tristeza... pero cuando lo intento, vuelvo a caer en las garras de la realidad que me atrapa y me humilla diciéndome que no puedo hacer nada para salvarte de la locura!
Aún así no quiero darme por vencida... Es por eso que sin pensarlo dejo escapar mil pensamientos, ya que son tan libres como el aire que respiras... Y confundidos en la brisa te piden que no saltes hacia los brazos de la nada, que más te necesito yo que ella... No la escuches, es tan egoísta!!! Y aunque suene más mezquina mi actitud, no puedo permitir que te vayas de mi lado porque te quiero junto a mí!!!
Vamos, corazón Kamikase, no te dejes ganar esta pelea, que yo seré tu cómplice, y juntos llegaremos a la victoria, aunque nos cueste "lágrimas, sudor y sangre", nunca dejaré de pelear junto a ti...
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