Quise intentar comprender tu rechazo, tu odio, tu resentimiento, pero no me dejaste...
Quise intentar comprender tu mirada, tus pensamientos, tus vivencias... Pero me lo impediste...
Quise intentar ayudarte, aconsejarte, apoyarte, pero me lo prohibíste...
Quise intentar ser tu amiga, tu pañuelo de lágrimas, tu auxilio... Pero me detuviste...
Quise intentar darte mi corazón, mi amistad, y lo que necesitaras... Pero me lo regresaste todo hecho trizas...
Quise intentar cerrar los ojos ante las cosas malas... Pero me obligaste a abrirlos para ver la realidad...
Quise intentar reconciliarme contigo, cuando por alguna insólita razón nos peleamos... Pero no quisiste...
Quise ser algo más que una más en el montón, y no ser la dueña de tu vida, sólo ser tu compañía... Pero me reemplazaste por la soledad...
Quise aclarar tu camino, para que caminaras tranquilo... Pero te opusiste...
Quise ser solamente alguien en tu vida... Pero me diste a entender que soy un fantasma...
Quise ser tu sonrisa... Pero sólo conseguí ser tus lágrimas...
Quise decirte que te quiero, pero tus palabras crudas como el invierno de mi mundo, me hacen prisionera de una sola frase que repito con un inmenso dolor, con una eterna melancolía, con una despiadada angustia: "Te olvidaré algún día...."