Hoy comprendo cuán maldita es mi suerte
Que sin ti, es como sentir en vida
El frío de la nostalgia y la muerte…
Maldita sea mi suerte de aquel día,
Que aún siendo una inocente niña
Me enamoré entregándote mi vida…
Ahora dime, cómo hago para recuperarla…
Si lo que se da no se quita,
Ahora dime, con quién la furia
Mi corazón desquita?
No sería justo vengar con otro,
Este dolor que me mata…
Maldita sea mi suerte por sentir
Esto que a tu recuerdo me ata…
Maldita sea mi suerte de aquel día,
Maldita sea por haberte conocido,
Cuando aún no sabía lo que era
El amor, y mucho menos el olvido…
Ahora con el alma en pedazos,
Intento recoger los trozos del suelo…
Y como un rompecabezas
Procuro armar los sueños que llegaron al cielo…
Creyendo que tú les darías las alas,
No quisieron darse cuenta que no me amas,
Ciegos de amor por esa sonrisa…
Se deshicieron de todas las armas…
Maldita sea mi suerte de aquel día…
Por haberme enamorado de tal manera…
Ahora que Dios me ayude y me dé vida
Para lograr enterrar los anhelos que quiera.
Y así al fin poder vivir en paz,
Dejando de maldecir mi suerte…
Pues ni ella ni tú tienen la culpa
De no quererme ni mucho menos yo
Soy responsable por quererte…
Aquí el único culpable es el destino…
Maldita sea mi suerte de aquel día
Por haber cruzado nuestros caminos…
Ay! Por favor! No puedo seguir así!
No puedo echarle la culpa a todos
Por mi error de amarte sólo a ti…
Y cerrar mis ojos prohibiéndole
A tu recuerdo que se valla de aquí.
Maldita mi suerte de aquel día…
No! Ella no tiene la culpa
No sea maldita mi suerte…
Sea más bien bendito mi futuro
Por tener la esperanza de tu cariño…
Y no vivir atrapada en lo más duro…
En ese delirio de tenerte
Cuando al despertar ya no puedo verte…
Porque nunca fuiste mío…
Bendita y maldita sea mi suerte
Por haberte conocido…
Y no haber reconocido
Que siempre serás prohibido!!!
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